REINA
DE LAS AMAZONAS
Encuéntrame un hombre que carezca de destino
y no sepa por lo tanto qué es el drama,
te dijo aquella vez la reina de las Amazonas,
cuando, desarzonada por el caballo
(estaba sentada en él a horcajadas),
enseñaba sin querer las partes vergonzosas de su cuerpo…
Por admiración y castidad quisiste
engastarle en el agujero del ombligo un diamante
hacía poco robado en Creta-
pero ella confesó que estaba embarazada
de un clandestino intérprete de sueños
de algún punto de Knosos…
Vladimir
Holan. Abismo de abismo.
Bassarai Ediciones, 2000. Traducción: Clara Janés.