CASANDRA
Desmedida en tu huella,
eres hija inocente
del desierto y las olas.
Azul incandescencia.
Remota en tus senderos,
en la cumbre perfecta
del racimo y los labios,
cíngulo de tu aliento,
dormido en las adelfas.
¿Eres
diosa o camino?
Mujer acaso.
Y basta.
María
Rosal. Sibila, 1993.