martes, 17 de abril de 2012
Menos mal que no me están oyendo. Frank Abel Dopico
Menos mal que no me están oyendo
Sobre sus arcadias rotas,
con sus velas de limo
llegan
aquellos
huyendo de las aguas
y las aguas los buscan.
Llegan
hacen sus casas
negocian el relincho de los carruajes viejos
compran nuevos potros
y se van.
Después
llegan las aguas preguntando
¿qué hay de antiguo
en las aguas? ¿qué pez
hijo de lluvia
está escrito para ellos
los que escapan?
Llegan las aguas
preguntando.
Sobre sus carruajes
con ropa ofendida y blanca
parten ellos.
Las aguas
que han venido
que los siguen.
Las aguas son muchas preguntas
el abismo del mar
los cántaros
la nereida sigilosa última
el piar de los ríos
las huellas que hablan en voz baja con los errantes fuegos.
Las preguntas son todas
¿qué hay de semejante
en la risa
y el cosmos?
¿cómo atravesar
las aguas
sin el mástil de un nombre?
Eso preguntan
las aguas que han venido.
Quienes huyen
no miran
no dicen adiós.
Las aguas.
Los que escapan.
El viejo marinero los ve huir.
Dice a las aguas
aquellos.
Frank Abel Dopico (Villaclara, Cuba, 1964). Poeta, actor y director de teatro cubano. Entre sus obras: El correo de la noche, 1989, El país de los caballos ciegos, 2005.
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