NOX RUIT ET FUSCIS TELLUREM AMPLECTITUR ALIS
La Luna alta de plata ardiente.
Lo que yo pueda ser, se
funde
con ese resplandor misterioso.
Y es tan dichosa, tan
suave
esta soledad.
Respirar profundamente y sentir que me llena
el Mundo. Perla
de milagrosa transparencia, Diosa
de los cielos, me miro en ti
como en un espejo. Conviérteme
en escalofrío de tu esplendor.
José María Álvarez. El vaho de Dios [Poemas venezianos]. Edición de Alfredo Rodríguez. Renacimiento, 2017.
Imagen: Hans Thoma. Endymion, 1886.
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