Filira / Cronos
desbocado en el carro de la muerte
tenía la corona abierta
y por entre la calva reflejaba la fuerza del mar.
El Rey buscaba
a la princesa melancólica
gobernadora de la madrugada
alzada al trono de la niebla
llevada sobre las crestas profundas
de cavernas abisales.
Dijo el Rey:
“Tú eres mi hija, mi amante
porque yo soy yo
como soy mi padre”.
La princesa irrumpe al amanecer
victoriosa, lasciva y armada
corregida la estirpe
ajena y dueña
del castillo de las horas.
Alberto Gil-Albert. Inmulieribus. 2012
Imagen: Francesco Mazzola. Saturno y Filira.
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