VENUS
ANADIOMENA, POR INGRES
Voluptuosa Melancolía
en tu talle mórbido enrosca
el Placer su caligrafía
y la Muerte su garabato,
y en un clima de ala de
mosca
la Lujuria toca a rebato.
RAMÓN LÓPEZ VELARDE
No era preciso eternizarse,
muchacha.
Y ahora tu desnudez llega
radiante
desde un amanecer
interminable.
Invento de la luz, ala de
espuma,
surges de las profundidades
más azules.
Arena siempre nueva y no
ceniza
judeocristiana, isla
de eterno amor entre las tempestades.
En el cuadro rehecho sin
sosiego
tu carne perdurable es joven
siempre.
El mar se hiende atónito y
observa
otra vez el milagro.
José
Emilio Pacheco. No me
preguntes cómo pasa el tiempo, 1969.
Imagen: Jean-Auguste-Dominique
Ingres. Venus Anadiómena, 1808-1848.
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