jueves, 4 de junio de 2020

VENUS ANADIOMENA, POR INGRES. José Emilio Pacheco


VENUS ANADIOMENA, POR INGRES

Voluptuosa Melancolía
en tu talle mórbido enrosca
el Placer su caligrafía
y la Muerte su garabato,
y en un clima de ala de mosca
la Lujuria toca a rebato.

       RAMÓN LÓPEZ VELARDE


No era preciso eternizarse, muchacha.

Y ahora tu desnudez llega radiante

desde un amanecer interminable.

Invento de la luz, ala de espuma,

surges de las profundidades más azules.

Arena siempre nueva y no ceniza

judeocristiana, isla

de eterno amor entre las tempestades.

En el cuadro rehecho sin sosiego

tu carne perdurable es joven siempre.

El mar se hiende atónito y observa

otra vez el milagro.




José Emilio Pacheco. No me preguntes cómo pasa el tiempo, 1969.

Imagen: Jean-Auguste-Dominique Ingres. Venus Anadiómena, 1808-1848.

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