domingo, 14 de febrero de 2010

Antígona, un poema de Bertolt Brecht


Sal de la penumbra y llega
hasta nosotros un momento
benévola, con la pisada ligera
de la decisión inquebrantable, terrible
para los que siembran el terror.

El gesto de volverte hacia otro lado me recuerda
cómo has temido la muerte, aunque
aún más temías
vivir sin dignidad.

Y no hiciste una sola concesión
a los poderosos ni te prestaste
a componendas con los intrigantes, ni nunca
tampoco olvidaste la afrenta. Y sobre sus fechorías
no creció la hierba.


Este poema estaba impreso en el programa del estreno en Chur (Suiza), el 15 de febrero de 1948, de la Antígona de Sófocles, adaptada por Brecht a partir de la versión de Hölderlin y en la que Helene Weigel, compañera del dramaturgo y primera actriz de la compañía, hizo de protagonista.

Texto extraído de Poemas del lugar y de la circunstancia, de Bertolt Brecht, editorial PRE-TEXTOS, 2003

miércoles, 10 de febrero de 2010

La casa de Asterión. Jorge Luis Borges




LA CASA DE ASTERIÓN

JORGE LUIS BORGES

Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que ho hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, cro, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madra; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera.
El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Loas enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprndiera a leer. A veces lo deploro, porque las noches y los días son largos.
Claro que no me faltan distacciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suel, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos.) Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya verás cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.
No sólo he imaginado eso juegos, también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes, la casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris, he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce [son infinitos] los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo.
Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensantgriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor, Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redeentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?

El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.
-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.

ACTIVIDADES

1.- Jorge Luis Borges (1899 – 1986) es un extraordinario escritor argentino que ha tenido una influencia determinante en la literatura del siglo XX. Busca información sobre su vida y su obra.

2.- Borges, en este relato, recupera el mito griego de Teseo y el Minotauro. Busca información acerca de esta leyenda y haz un breve resumen.

3.- Sin embargo, en La casa de Asterión, Borges no se conforma con la visión tradicional del mito del Minotauro, sino que sabiamente arrastra al lector a un lugar desde el que es capaz de ver por sí mismo una realidad nueva y sorprendente. ¿Por qué crees que el cuento está narrado en 1ª persona, es decir, desde el punto de vista de Asterión?

4.- Con una dosificación muy medida, Borges nos describe los pensamientos y sentimientos de Asterión. ¿Cuáles son los rasgos más importantes que definen su personalidad? ¿Cuál es ese extraño deseo que alberga el corazón del Minotauro? ¿Por qué crees que el monstruo apenas se defendió? Razona tus respuestas.

5.- ¿Qué crees que significa la afirmación de Asterión: “la casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo”?

6.- ¿Crees que los lectores acaban identificándose con el Minotauro? En caso afirmativo, razona y explica qué supone para el lector dicha identificación.


Conrado Santamaría

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