lunes, 25 de agosto de 2014

A Circe, de uno de sus cerdos. José Emilio Pacheco



A Circe, de uno de sus cerdos


            Circe abrió las puertas de la pocilga y sacó a mis
            compañeros en figura de puercos de nueve años.
                                                           Odisea, rapsodia X


De entre todas las bestias

que en mi cuerpo lucharon contra mi alma

acabó por triunfar el cerdo.


Circe, amor mío, cuánta paz y felicidad sabernos

nada más cerdos. No ambicionar

la aprobación de nadie,

no suplicarle a nadie: entiéndeme,

tienes que comprenderme, soy falible, perdóname.


No hay embrujo tan grande como el placer

de revolcarnos en el lodo:

tú la hechicera, yo el cerdo.


Qué triste dicha ser uno más de tus cerdos.

Somos tu piara, la zahúrda es tu templo.


Disfruta, Circe, la pasión de tus cerdos.

Paga en amor la humillación de tus cerdos.


José Emilio Pacheco. Los trabajos del mar, 1983.

viernes, 22 de agosto de 2014

La odisea común. Ángel Calle



La odisea común


“eran cuatro del grupo de Ulises, seis hijos de Dolio
 y este mismo y Laertes tomaron también la armadura”
                                                                     HOMERO

Sin las manos de Penélope

Ulises hubiera sido un aventurero absurdo.


Sin el canto de Homero

otro soldado desconocido.


Ángel Calle. Los vínculos. Isla Varia, 2006.

lunes, 18 de agosto de 2014

A Fool. José Ángel Valente



A Fool

                                                                                               (Troilo y Crésida: 11, 3)

En un personaje de la cadena reposa pura la pura estupidez del ser.

Agamenón es un imbécil por querer mandar a Aquiles; Aquiles es un imbécil por dejar que lo mande Agamenón; yo, Tersites, soy un imbécil por ocuparme de estos dos imbéciles; Patroclo, en fin, es un imbécil puro.

O la desolación fecal del ser.

José Ángel Valente (Orense, 1929 – Ginebra, 2000). Poeta, ensayista y traductor gallego. Entre sus obras: A modo de esperanza, 1954, Punto cero, 1972 y Fragmentos de un libro futuro, 2000.

CONDESCENDENCIA. Enrique Gracia Trinidad

  CONDESCENDENCIA   El Nudo Gordiano no quiso desilusionar a Alejandro, pero ya estaba a punto de soltarse él solo.   Enrique Grac...