sábado, 25 de abril de 2020

Monte Cronion. Gunnar Ekelöf


Monte Cronion


Érase una vez
cuando creía en los cuentos de hadas:
Érase una vez

Érase una vez
cuando no creía en nada

Érase una vez
cuando creía en los cuentos de hadas de la nada:
Érase una vez

¿Cómo conciliar esta vida de contradicciones?
¿Cómo poder mentir con tanta lindeza
o hablar con tanta verdad?
¿Ves aquí mis huesos, pequeñitos
caídos del ánfora rota, desperdigados
en las profundidades de la cueva de azufre de Dédalo?
Los sabios creen que se trata de niños inmolados
al Rey Minos en el laberinto de la existencia
donde ya nadie puede respirar
Pero los vapores sulfurosos encogieron mis huesos
y yo era un adolescente.



Gunnar Ekelöf. Opus incertum, 1959. En Non serviam. Antología poética. Libros del innombrable, 2006. Selección, traducción y prólogo de Francisco J. Úriz.

martes, 7 de abril de 2020

TAL PERFECCIÓN NO ADMITE REPROCHE ALGUNO (SEGÚN HÖLDERLIN). José María Álvarez


TAL PERFECCIÓN NO ADMITE REPROCHE ALGUNO (SEGÚN HÖLDERLIN)


Paseaba yo un día

por El banquete. Ya

Sócrates,

y Agatón y

los demás han

cenado, ahora beben, están

alegres.

La conversación es eminente,

bastara por sí sola.

Y entonces…

ese sonar de flauta.

Y aparece Alcibiades,

coronado de hiedra y de violetas,

borracho y feliz, lleno de ardor.

Su divina hermosura se recorta en la puerta.

Se hace el silencio.

Todo cuanto han hablado…

Pero es esa belleza que contemplan

la que responde a todo.

Esa plenitud de la vida

hace palidecer la inteligencia.

¿El Amor? Yo soy

el Amor, les dice Alcibíades.


Detuve mis pasos.

Los miré.

Sí –dije–. Lo saben.

                                   No

hay

Civilización

sin Belleza.




José María Álvarez. El vaho de Dios [Poemas venezianos]. Edición de Alfredo Rodríguez. Renacimiento, 2017.

CONDESCENDENCIA. Enrique Gracia Trinidad

  CONDESCENDENCIA   El Nudo Gordiano no quiso desilusionar a Alejandro, pero ya estaba a punto de soltarse él solo.   Enrique Grac...