martes, 21 de octubre de 2014

Ulises a Telémaco. Joseph Brodsky



Ulises a Telémaco


Querido Telémaco:

            La guerra de Troya

ha terminado. No recuerdo quién fue el vencendor.

Seguro que los griegos: son los únicos

que dejarían tantos muertos en tan lejanas tierras…

Pero el camino de regreso a casa

ha resultado demasiado largo,

como si Poseidón, mientras nosotros perdíamos el tiempo,

se hubiera dedicado a ensanchar el espacio.

No sé ni dónde estoy ni qué tengo delante.

Diríase una isla llena de mugre:

matojos, edificios y cerdos gruñidores;

un jardín descuidado, una reina,

praderas y peñascos… Mi querido Telémaco:

todas las islas se parecen

después de tanta errancia, y el cerebro

ya confunde la cuenta de las olas,

y lloran los ojos ante el exceso de horizonte,

y obstruye los oídos la carne de las aguas.

No recuerdo ahora mismo el desenlace de la guerra,

ni cuántos años tienes, mi querido Telémaco.


Has de crecer en edad y en vigor.

Sólo los dioses saben si algún día

volveremos a vernos. Ya no eres aquel niño

que me vio contener los bueyes en su empuje.

La argucia de Palamedes impidió que viviéramos juntos.

Pero tal vez sea mejor así: en mi ausencia

libre quedas, Telémaco, de pasiones edípicas

y sueñas sueños impecables.


1972


Joseph Brodsky (Iósif Alexándrovich Brodsky; 1940 - 1996) fue un poeta ruso-estadounidense, que nació en Leningrado (actual San Petersburgo) y falleció en Nueva York. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1987.

Imagen: Giorgio de Chirico. El retorno de Ulises.

viernes, 10 de octubre de 2014

EL LETEO ERA UN MAR. Idea Vilariño



EL LETEO ERA UN MAR


El leteo era un mar

como este otro

un agua helada y fuerte

que batía

que golpeaba su fuerza

y su frescura

contra la pisoteada alfombra

que traían los hombres.

Que le traigo.


Idea Vilariño (Montevideo, 1920 - 2009). Poeta uruguaya perteneciente a la Generación del 45. Entre sus obras: La suplicante, 1945 y Pobre Mundo, 1966.

CONDESCENDENCIA. Enrique Gracia Trinidad

  CONDESCENDENCIA   El Nudo Gordiano no quiso desilusionar a Alejandro, pero ya estaba a punto de soltarse él solo.   Enrique Grac...