jueves, 22 de enero de 2015

Homero en Soria. Gerardo Diego



Homero en Soria
 

La estufa de la sala

de profesores con su tubería

de obtusa oblicuidad

y su puchero de agua casi hirviendo.

Alma mater, materno claustro cálido

-sí, tiempos benignos,

no como los de Antonio

cuando disolvía los claustros a escobazos

la hembra del Director-.

No: nosotros el asueto, el rumor, el cigarrillo.

Y el coro de libros absolviéndolo todo.


Buenos compañeros; nombrarlos uno a uno

sería prosaizar,

desigualar homérico catálogo.

Una excepción fugaz:

veinticuatro horas de traslado a permuta.

Fui un solo día colega sorianísimo

de Ayuso, el candidato,

el federal y helénico

amigo de Machado.

Me oyó tocar Beethoven, y “cómo se conoce

que este chico sabe griego”.


Gerardo Diego. Soria sucedida, 1921-1976. En Poemas menores, Alianza Editorial, 1980.

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