Epigrama IV
Jenófanes reconoció
la voz de su amigo
en el perro que apaleaban.
Yo la reconocí
en el que me mordía.
Pablo Antonio Cuadra. Epigramas,
1957-1963. En Pájaro relojero. Poetas
centroamericanos. Galaxia Gutenberg, 2009.
CONDESCENDENCIA El Nudo Gordiano no quiso desilusionar a Alejandro, pero ya estaba a punto de soltarse él solo. Enrique Grac...
Quizá estoy equivocado, pero no he leído en Diels esa sentencia que dices de Jenófanes.
ResponderEliminarQuizá el poeta se equivocó. Según Diógenes Laercio cuenta, el protagonista de esta anécdota es Pitágoras y la pone en boca de Jenófanes.
Eliminar«[Contaba Jenófanes que el maestro Pitágoras] una vez caminaba cerca de un perro maltratado y compadeciéndose le dijo a su amo: no le golpees, pues he reconocido el alma de un amigo mío al oír el sonido de sus lamentos.»
(Diógenes Laercio, Vidas de los filósofos más ilustres, libro VIII)
El epigrama sin embargo es certero y bello en su sencillez.
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