Acteón
que se salva
Se llamaba Acteón, tan culto era el linaje
De aquel hombre perdido
--Sin riesgo-- por campiña urbanizada,
Mensaje
De ciudad no remota.
¿Lo rústico en olvido?
Agrada
La maleza que brota
Como una incitación a rutas imprevistas.
El extraviado errante,
De pronto y sin querer, se descubre delante
De un campo de nudistas.
Oh, todos son correctos.
Acteón ve a una dama.
“Good morning” Acteón se figura que exclama.
¿Quizá “Lovely day”? Sin faunos, sin insectos,
Naturaleza aséptica no ofrece más que flor
Sin caricia de olor.
La gente charla. Nadie a nadie ve.
Los desnudos anulan sus desnudos,
Escudos
Contra las tentaciones. ¿Y la fe,
Bajo la luz del sol, en ti, Naturaleza?
Sin ninfas ni deidad, sin amor la belleza,
Acteón se va en busca de una casa de té.
Jorge
Guillén. Homenaje. Reunión
de vidas, 1967. En Obra poética. Antología. Alianza, 1984.
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